Título original: L’uomo puma
Año: 1980 (Italia)
Director: Alberto de Martino
Productora: ADM-Films Department – DEANTIR
Guionistas: Luigi Angelo, Massimo De Rita, según una historia de Alberto de Martino
Fotografía: Mario Vulpiani
Música: Renato Serio
Intérpretes: Walter George Alton (Tony Farms / El hombre puma), Donald Pleasence (Kobras), Miguel Ángel Fuentes (Vadinho), Sydne Rome (Jane Dobson), Silvano Tranquilli (Rankin, lugarteniente de Kobras), Benito Stefanelli, Guido Lollobrigida, Omero Capanna, Franco Ukmar (Hombres de Kobras), Peter Cellier (Jefe del museo), Geoffrey Copleston, Giovanni Cianfriglia, Nello Pazzafini, Angelo Ragusa…
Sinopsis: Un villano llamado Kobras se ha hecho con una antigua máscara entregada por los extraterrestres a los aztecas, capaz de dominar la voluntad de los hombres. Con ella, Kobras planea hacerse el amo del mundo sometiendo a los máximos dirigentes de las principales potencias. Sin embargo, sobre la máscara pesa una profecía que dice que si se utiliza para el mal el llamado Hombre Puma despertará para recuperarla y reestablecer el orden…
Cuando Alberto de Martino afrontó la realización de un remedo de la, por entonces, reciente adaptación hollywoodiense de Superman, el realizador trasalpino contaba ya a sus espaldas con un buen número de trabajos de idéntica naturaleza. No en vano, suyas habían sido algunas de las más famosas exploitations surgidas al rebufo del éxito de James Bond, El exorcista o La profecía, por medio de títulos como Todos los hermanos eran agentes, El anticristo u Holocausto 2000, respectivamente. Sin embargo, de bien poco valía toda esta experiencia con el que en esta ocasión era el modelo a imitar. Ya no bastaba con adoptar un tono paródico o potenciar la presencia de elementos escabrosos como había ocurrido en las previas; para este proyecto se requería, entre otras cosas, de ciertos medios que aseguraran un producto que pudiera acercarse minimamente a la espectacularidad de la película de Richard Donner.
Ni qué decir tiene que esta situación no se daría en esta El hombre puma, hasta el punto que, a juzgar por sus resultados, uno no pueda sino preguntarse acerca de la salud mental de las personas que decidieron llevar a cabo semejante empresa con tan evidentes carencias presupuestarias. Para empezar, técnica y estéticamente la película ofrece un nivel solo equiparable al habituado en las grimosas producciones que bajo semejantes planteamientos perpetrara la desvergonzada industria turca por aquellas mismas fechas. El mejor ejemplo de ello se encuentra en sus paupérrimos efectos especiales y, más concretamente, en aquellos destinados a solventar las escenas de vuelo de su superhéroe titular, consistentes en transparencias en las que Walter George Alton, actor encargado de dar vida al personaje protagonista, aparece sujeto por cables atados únicamente a su cintura mientras aletea con las manos, lo que le lleva a adoptar posturas de lo más inverosímiles y grotescas con el fin de mantener el equilibrio. Nada comparable, en cualquier caso, con los jocosos resultados que arroja la escena en la que éste persigue al helicóptero pilotado por su principal antagonista, en la que, entre la falta de proporción que se da entre los distintos elementos que conforman la acción y los extraños movimientos que realiza, nuestro protagonista, más que un hombre puma, parece un hombre moscardón.
Claro que si de la definición del personaje se trata, tampoco es que sea muy acertado el nombre que recibe a la vista de los poderes que le son asignados. Y es que la capacidad de atravesar objetos, permanecer muerto por espacio de diez minutos, teletransportarse, sentir el peligro o poder volar con el poder de la mente, no parece que sean características demasiado comunes en los felinos que se diga. Lo mismo ocurre con su lamentable traje de faena, formado por un poncho verde convertible en capa, botas de chupamelapunta, una camiseta negra con un bordado en el pecho de color oro, unos pantalones vaqueros claros, y un cinturón de poder cuyo único poder, valga la redundancia, solo parece el de proporcionar semejante facha a su desdichado propietario. No obstante, tampoco es que el diseño del uniforme de nuestro héroe (es un decir) se antoje tan hortera si lo comparamos con los modelitos que lucen su villano y sus secuaces, algunos, como ciertos buzos de cuero negro, literalmente copiados de los utilizados por los kryptonianos de Superman II.
En cuanto a la confección de su historia, se encuentra en sintonía con lo ya apuntado. No solo por su simpleza y falta de desarrollo. Tampoco por su caótico conglomerado de extraterrestres, superhéroes, villanos megalómanos y aztecas andinos (!). Dicha consideración reside en la multitud de detalles estúpidos a los que da cabida su trama, tales como que la única forma de comprobar la verdadera identidad del hombre puma que tienen sus enemigos sea la de lanzar por la ventana a los distintos sospechosos de serlo para comprobar si de verdad vuelan. A todo ello hay que añadirle una coreografía de luchas sacada de cualquier película de Bud Spencer & Terence Hill, la televisiva realización de la que hace gala De Martino, más propia de una serie catódica que de un producto cinematográfico, y una insoportable banda sonora a base de sintetizadores cuyo tema principal, dicho sea de paso, tiene la particularidad de sonar bastante parecido al de la melodía que sirve de himno al Partido Popular.
A la vista de tan desastrosos ingredientes, no es de extrañar que el título en cuestión esté considerado por algunos autores como la más clara muestra de la decadencia alcanzada por el cine de género italiano. No solo eso; hasta uno de sus principales protagonistas, el británico Donald Pleasence, no dudaría en calificarla como la peor película en la que había intervenido. Algo que viniendo de un actor que por aquellos mismos años había participado en títulos del jaez de El guerrero del mundo perdido o Warrior Queen dan buena cuenta del desaguisado frente al que nos encontramos.
José Luis Salvador Estébenez
BAstante de acuerdo con tu opinion Jose, esta cinta es muy calamitosa aunque tiene su toque entretenido, que diablos¡¡jajajaja Eso si, una vez vista nunca se pueden olvidar los vuelos de nuestro «heroe», jajaja, te leía y me reia solo de recordarlos¡¡¡ Aunque hay tantas cosas de las que reirse de esta cinta…XDD
Por cierto, supongo que te veré este fin de semana, no jodio??jajajaja Haber si te llamo¡¡
Un saludo¡
Eso, llámame o mandame un mail y hablamos de negocios sucios… Por cierto, recuérdame que te devuelta tu peli, que tras más de un año el Patrick italiano ya es como de la familia. 😛 😉
Pues tiene buena pinta, y encima con Sydne ROme!
Pues que Santa Lucía te conserve el oído, porque lo que es la vista… 😛
Lástima de peli…