Sinopsis: Una serie de misteriosos asesinatos se están produciendo en Roma siendo sus víctimas prostitutas. Diana, una joven escort, se convierte en el siguiente objetivo del asesino. Acechada por él se ve involucrada en un accidente de tráfico donde pierde la vista. El único superviviente del otro vehículo con que chocó es un niño chino con el que establecerá una inesperada relación que les llevará a unirse y hacer frente al peligroso psicópata.

Año: 2022 (Italia, Francia)
Director: Dario Argento
Productores: Conchita Airoldi, Laurentina Guidotti, Brahim Chioua, Noémie Devide, Vincent Marava
Guionistas: Franco Ferrini, Dario Argento
Fotografía: Matteo Coco
Música: Arnaud Rebotini
Intérpretes: Ilenia Pastorelli (Diana), Asia Argento (Rita), Andrea Gherpelli (Matteo), Mario Pirrello (inspector jefe Aleardi), Maria Rosaria Russo (inspectora Bajani), Gennaro Iaccarino inspector Balducci), Andrea Zhang (Chin), Paola Sambo, Ivan Alovisio (médico oftalmológico)…
1.- Año de renacimiento para Dario Argento. El veterano cineasta italiano regresa desde varios frentes. Por un lado Occhiali neri (2022), su vuelta a las pantallas tras una década de ausencia recuperando un proyecto que debió ser filmado en el año 2002, pero que los problemas financieros de la productora Cecchi Gori impidieron su gestación[1]. Presentada en el pasado Festival de Berlín a modo de estreno-homenaje, llegó posteriormente a los cines italianos a finales de febrero. Una rara avis en el propio cine actual de plataformas y salas en cuarentena que no intenta reverdecer laureles y que se conforma con recuperar algunas de las esencias del thriller a la italiana.
2.- Por otro lado, el pasado 6 de abril se abrió la primera gran exposición dedicada a la obra del cineasta en el Museo Nacional del Cine de Turín que se mantendrá hasta el 16 de enero del 2023. Esta muestra está integrada por material proveniente del propio museo, la Cineteca Nazionale, coleccionistas privados y colaboradores de Argento, como Sergio Stivaletti o Luigi Cozzi. La exhibición está acompañada de una retrospectiva de toda su filmografía y un cuidado catálogo profusamente ilustrado que hará las delicias de sus seguidores.
3.- Otro ciclo dedicado a su obra ha tenido lugar entre el 17 y el 29 de junio en el Lincoln Center de Nueva York con el título “Beware of Dario Argento: A 20-Film Retrospective”, de las que diecisiete títulos lo han hecho en copias nuevas restauradas en 4k que, seguramente, pasarán por otros certámenes y filmotecas en los próximos meses para destacar la singular mirada e influencia del realizador romano. El ciclo ha contado con la presencia del propio Argento y ha servido, además, para presentar su última obra al público norteamericano.
4.- También llega al fin a las pantallas su trabajo como actor en compañía de Françoise Lebrun para Vortex (2021), séptimo largometraje de Gaspar Noe en la cual ha optado por una inmersión en el drama de dos ancianos que reflexionan de manera dolora sobre la vida y sus últimos coletazos. Un film muy especial donde el cineasta francés ha evocado experiencias recientes, alguna de ellas traumática, para expresar emociones y pensamientos muy profundos. Otra película que se podrá ver en breve es el thriller británico She Will (Charlotte Coulbert, 2021), un film que sorprendió a Argento en el festival de Locarno y que quiso apoyar para su promoción incorporándose como productor ejecutivo. Una tarea que, según ha comentado, quiere proseguir para apoyar a nuevos cineastas.
5.- Centrándonos en Occhiali neri, su nuevo trabajo no supone una vuelta a los mejores tiempos de Argento que le coronaron en los años setenta como figura referente del cine de terror. Nos encontramos con una película de resistencia que sigue la pauta de sus últimos acercamientos al giallo, ahora bien con mejor fortuna que la mostrada en El jugador (Il cartaio, 2003) y Giallo (Giallo, 2008), lo que ha levantado el ánimo en sus seguidores más afines y en determinados cronistas especializados. Cuenta a su favor con una estimable fotografía a cargo de Matteo Cocco que resalta especialmente los amenazantes entornos urbanos, una entonada banda sonora electrónica a cargo de Arnaud Rebotini[2] que atesora brillantes momentos donde se resalta la angustia que viven los protagonistas, y una actriz principal, Ilenia Pastorelli, que le funciona muy bien a Argento. Otro aspecto destacable es su escueto metraje divido en tres actos que se desarrollan de manera muy dinámica no superando los noventa minutos.
6.- Por lo demás, encontramos una pintoresca trama de asesinatos ambientada en una Roma nada turística llena de recovecos oscuros y calles poco frecuentadas cuya acción se abre con un intrigante eclipse solar de indudable efecto sobre el personaje central: Diana, prostituta, acabará envuelta en una serie de incidentes que la llevarán a un trágico destino en el que perderá la vista y donde establecerá un curioso vínculo con un niño chino. El fenómeno meteorológico marcará a la protagonista desde el principio con unas gafas negras a las que se aferrará una y otra vez de manera obsesiva e inconsciente. Incluso podríamos asegurar que sus momentos de mayor debilidad transcurren en ausencia de ellas. Es esta una obra de contrastes donde Argento se muestra más interesado en resaltar y desarrollar la relación emocional que se establece entre sus dos solitarios protagonistas que los mecanismos del suspense. Lo hace de manera más voluntariosa que conseguida, dando un tono especial a la película y culminando en un final un tanto agridulce a la par que pesimista que incluso queda abierto para una posible continuación. Por una vez en su cine nos quedamos con ganas de saber algo más sobre el futuro de uno de sus personajes. Un apreciable logro.
7.- En el conjunto sorprenden algunos detalles como la disparidad que ofrece en los crímenes, combinando la morbosidad sanguinolenta en el que acontece al principio de la película con un curioso minimalismo, como el que sucede frente a la casa de la protagonista, e incluso dejando en off la culminación de otro ataque del asesino a dos cazadores que intentan ayudar a la desesperada heroína. En todos los casos se refuerza el lado maquiavélico de los actos del vulgar criminal cuya identidad no trata de ser un misterio. El cineasta va sacando la acción progresivamente del entorno urbano hasta llegar a una enredada persecución en zonas boscosas donde la oscuridad se desata como doble amenaza. No faltan las escenas caprichosas (ese ataque desmesurado de serpientes acuáticas), las discordancias marca de la casa (las idas y venidas de Diana en el clímax resultan arbitrarias) y algún momento de perplejidad habitual en el cine del director italiano (la reacción de Diana en el hospicio va a la par con la ingenuidad de las escenas que transcurren en ese lugar, sin duda la parte más débil de la película).
8.- Como sucede en muchos trabajos de la última etapa del cineasta italiana, Occhiali neri establece determinadas conexiones/guiños con películas anteriores, siendo reconocibles claramente los dedicados a El gato de las nueve colas (Il gatto a nove code, 1971), Tenebre (Tenebrae, 1982) e, incluso, Phenomena (Phenomena, 1985). Destaquemos también que el guion corre a cargo de Franco Ferrini y el propio realizador (con la sombra de Carlo Lucarelli[3]), efectos especiales a cargo de Sergio Stivaletti y la presencia de su hija Asia en un pequeño papel, si bien aparece acreditada como productora asociada (colaboradora directa y, en el fondo, principal instigadora en el desarrollo del film). En definitiva, un título honesto superior, como hemos indicado, a sus últimos gialli, pero que no convencerá ni a los detractores ni a los seguidores acérrimos de la etapa dorada del autor de Rojo oscuro (Profondo rosso, 1975) o Suspiria (Suspiria, 1977).
Fernando Rodríguez Tapia
[1] Argento Dario. Paura: autobiografía (Letra Sudaca Ediciones, 2020), pág. 325
[2] Originalmente se vinculó al proyecto al desaparecido dúo francés Daft Punk. La presencia de Rebotini fue una excelente sugerencia de Asia Argento cuyo trabajo evoca unas sonoridades afines a un gran amigo del cineasta: John Carpenter.
[3] El escritor Carlo Lucarelli colaboró en el libreto de Insomnio (Non ho sonno, 2000). Dado que Occhiali Neri fue escrita a continuación, son indudables ciertos ecos de alguna de sus novelas como la estimable Almost Blue (1997), también palpables en la citada El jugador (Il cartaio, 2003).
Hola a todo/as,
Hace poco que he visto esta película y mi comentario, en mi blog fue este:
«Última película hasta el momento, que he visto del maestro Argento, que no me cabe duda no ha perdido su pulso para la narración de historias escabrosas con asesino en serie o psycho killer en liza.
Sí es cierto que se nota que el presupuesto no ha sido alto pero Argento sabe mantener la tensión e interés durante todo el metraje, aunque su parte final baje un poco en cuanto a entretenimiento.
Pero durante dos tercios del filme, se sigue a gusto gracias a varios positivos factores. Por un lado tenemos la bella fotografía de Matteo Cocco, luego la banda sonora, que nos remite al cine de Darío de los setenta y ochenta, a cargo de Arnaud Rebotini y, por supuesto, a la presencia de la muy sensual Ilenia Pastorelli, de muy buen ver físicamente pero creo que también haciendo un gran esfuerzo y convenciendo en su papel de mujer que las pasa canutas por el acecho del asesino en ciernes.
La cinta es amena y tiene dos o tres escenas de gran tensión dramática que azoran, como en los viejos tiempos del maestro.
Serie B, de acuerdo, pero hecha con cariño, que se agradece».
En todo caso, creo que Darío Argento es posible que haya perdido parte de su frescura, pero sigue sabiendo hacer cine, lo que agradezco.
Iñaki Bilbao