Entrevista a Marco y Antonio Manetti, directores de «Diabolik»

Marco y Antonio Manetti

Más de medio siglo después de la adaptación que realizara Mario Bava, devenida con el transcurrir de los años en un film de culto, el audaz y camaleónico Diabolik ha regresado a la gran pantalla de la mano de los hermanos Marco y Antonio Manetti. Lejos del colorido pop y la psicodelia de su antecedente fílmico, esta nueva versión de las andanzas del enmascarado ladrón apuesta por un tono retro, minimalista y pulp, que entronca con el estilo acuñado en las viñetas por la creación de las hermanas Angela y Luciana Giussani. Una aproximación de lo más respetuosa del fummetto original, en definitiva, que sin embargo ha despertado algunas críticas negativas por parte de supuestos especialistas que a juzgar por sus palabras desconocen el material originario. En cualquier caso, estas voces no han evitado que Diabolik (2021) se haya convertido en Italia en todo un éxito, como atestiguan los más de tres millones de euros que ha recaudado hasta la fecha y sus once nominaciones para la edición de este año de los David di Donatello, el equivalente italiano de nuestros Goya, de las que acabó logrando el destinado a la mejor canción.

Con motivo del estreno en salas españolas de Diabolik, Antonio y Marco Manetti visitaron recientemente nuestro país para publicitar su film. Dentro de este periplo, los Manetti Bross, como son conocidos en Italia, recalarían en el Festival de Sitges para acompañar la proyección de la película en el prestigioso certamen catalán dentro de la sección Órbita, donde tuvimos la oportunidad de poder hablar con ellos.

¿Cómo surge un proyecto de estas características en el actual panorama cinematográfico italiano?

Marco: Bueno, nosotros somos cineastas y nos ocupamos de hacer nuestro trabajo. Lo que pase luego ya no depende de nosotros. Te puedo decir que somos fanáticos de los fumetti y, en especial, de Diabolik. Hace mucho tiempo que teníamos en mente hacer una adaptación para la pantalla grande. Como nuestra película anterior fue muy bien recibida y nos otorgaron diversos premios[1], surgió la posibilidad de desarrollar un proyecto con un presupuesto importante. Obtener los derechos de un fumetto tan conocido es algo muy difícil, así que, parafraseando a Spider-Man, «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Como nosotros ahora tenemos poder, asumimos la responsabilidad de nuestro film, que soñábamos realizar desde hace bastante tiempo.

En los últimos años el cine italiano ha venido adaptando no sin éxito varios fumetti, como puede ser el caso de La tierra de los hijos (La terra dei figli, 2021) o 5 è il numero perfetto (2019). ¿Este contexto ha facilitado la materialización del proyecto?

Antonio: Italia es un caso extraño, porque es un país que en las décadas de los setenta y ochenta era bastante activo en el cine de género, pero luego se cerró completamente y la producción de este tipo de películas de pronto ya no tenía cabida. Por fortuna, esta tendencia está cambiando últimamente, y el cine italiano se ha dado cuenta de que el público quiere cine de entretenimiento, no solo cine de autor. En nuestro país tenemos una gran tradición con los fumetti, tenemos muchas obras que no se han llevado todavía a la pantalla grande y éste es el momento perfecto para que se produzcan esas adaptaciones. Así ha sucedido con nuestro film y con los que mencionabas anteriormente.

Marco: A esos ejemplos que mencionabas hay que añadir otras películas que no son exactamente adaptaciones de fumetti, como las que ha hecho Gabriele Mainetti, Freaks Out [tv: Freaks Out, 2021] y Le llamaban Jeeg Robot (Lo chiamavano Jeeg Robot, 2015), pero que se nutren mucho de esta cultura nuestra, con historias fantásticas que requieren unos efectos especiales importantes; un tipo de productos que antes eran muy difíciles de poner en pie en Italia y que, sin embargo, ahora son viables. Se aprecia un cambio palpable en las tendencias cinematográficas que es muy estimulante.

En este sentido, adaptar Diabolik, que es un personaje muy conocido tanto en Italia como a nivel internacional, ¿suponía una mayor presión a la hora de dar forma a la película?

Antonio: Sí, claro, por supuesto. Era muy difícil contentar a todos los fans del personaje, sobre todo en Italia, porque todo el mundo lo conoce. Partíamos de una buena base, porque nosotros mismos somos fans del fumetto original. No era un proyecto de encargo, sino que era un deseo nuestro llevarlo a la pantalla, y nuestro objetivo era enfocarnos en la esencia del personaje. Por ejemplo, ahí tenemos la adaptación que hizo Mario Bava en el 68, que es en realidad muy diferente del original. Él llevó el personaje a su terreno y, no siendo un fan del género, hizo algo totalmente distinto. Nuestra propuesta es exactamente lo contrario: siendo fans hemos hecho algo que a nosotros nos gusta y esperamos que, por tanto, gustará a los fans del cómic. Ha sido una gran satisfacción ver el éxito que hemos tenido con el film, aunque también hayamos cosechado algunas críticas.

Proponer la adaptación de un cómic con unos cánones tan alejados de lo que estamos acostumbrados a ver en las pantallas con las películas norteamericanas, sobre todo a nivel de producción, ¿era para vosotros una especie de provocación, querer demostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera, más europea, un poco como se propone el mencionado Gabriele Mainetti?

Marco: Es difícil responder a esta pregunta. En un primer momento te diría que no. Nuestro objetivo era adaptar Diabolik, y ya está. La reflexión que tú planteas nos ha llegado después; por ejemplo, en Italia al mismo tiempo que notábamos el amor de los fans de Diabolik, también nos llegaban muestras de odio de algunos sectores que consideraban que la adaptación de un cómic tiene que ser siempre como la hacen los norteamericanos. Es en ese momento cuando tomamos consciencia de nuestra provocación involuntaria, pero que no viene sino por el amor por los fumetti, que es un continente con un millón de cosas diferentes. Pensar que los fumetti son solo una cosa significa no amar el género: Diabolik es un fumetto noir y Spider-Man es otra cosa, y es importante, especialmente en la época actual, dar a entender que son universos muy diferentes. La tierra de los hijos, que citabas antes, es otro tipo de fumetto totalmente distinto. Y Mickey Mouse. Y ya va siendo hora de establecer la reputación de un género que tiene tanta validez como la literatura escrita, que puede albergar desde Shakespeare a Stephen King.

Antonio: O como en el cine, que tienes a Steven Spielberg y también a Eric Rohmer…

Marco: No había una provocación consciente por nuestra parte, pero ahora cada vez que la presentamos, sacamos la coletilla «¡No es una película de la Marvel!» (risas).

Una de las cosas de vuestro Diabolik que más llama la atención es el minimalismo que aportáis en la puesta en escena, muy acorde a las viñetas originales. ¿Era una decisión consciente para acercaros lo más posible al estilo del fumetto original o se debe a motivos presupuestarios?

Antonio: Lo queríamos así. Había que hacerlo de esta manera.

Marco: Diabolik es un fumetto minimalista, por eso te decía antes lo de la coletilla. Es un noir minimalista.

Antonio: Volviendo a la pregunta anterior, y a lo de la coletilla: esto no quiere decir que nosotros estemos contra la Marvel o contra Los Vengadores. A nosotros nos gusta Los Vengadores, y de esa manera se tiene que adaptar para el cine. Y Diabolik se tiene que hacer como lo hacemos nosotros.

Además, al contrario que sus parientes norteamericanos, Diabolikes esencialmente muy mediterráneo en su mentalidad, amoral, casi un pícaro…

Marco: En efecto. Pero lo otro también nos gusta.

Volviendo a la adaptación de Mario Bava de la que hemos hablado antes, ¿la tuvisteis en cuenta a la hora de desarrollar vuestro film o bien os habéis querido apartar de manera consciente?

Marco: Siendo unos chavales y siendo fans del fumetto, por supuesto vimos la película de Bava, y tengo que decirte que no nos gustó porque es esencialmente muy diferente del original. Cuando nos planteamos hacer nuestra película, la abordamos como si la versión de Bava nunca hubiese existido, aunque te confieso que una vez estábamos ya metidos en la producción no pudimos resistir a la tentación y volvimos a verla. Y tengo que decir que es un film bellísimo, pero es algo totalmente distinto. Y también te confieso que Bava nos ha enseñado dos o tres cosas que nos han servido para nuestra adaptación, entre ellas la manera de concebir la máscara.

Antes habéis hablado que el film ha recibido algunas malas críticas. Hemos leído algunas de estas opiniones negativas que en nuestra opinión son bastante desacertadas, incidiendo en que la película es muy pobre y aburrida. ¿No os parece que el problema de estos críticos es que desconocen el fumetto original de las hermanas Luzziani y quizá tratan de compararla con la versión de Mario Bava?

Antonio: Yo creo que es más bien la sempiterna comparación con el cine de la Marvel. Es siempre el mismo tema. Es la visión de un neófito que no conoce el fumetto original y al ver a un protagonista enfundado en ese traje se piensa que es como los superhéroes. La versión de Bava, por ejemplo, era más bien un film de espías, muy pop… Psicodélico…

Marco: Yo siempre digo que la versión de Bava es un Diabolik «Swinging London», lleno de glamour…

Antonio: Cuando, en realidad, el fumetto original es todo menos glamour. Es low profile, muy sencillo. Nuestro film apuesta por un minimalismo asumido, y no es una cuestión de pobreza ni de falta de medios. De hecho, es una película que ha costado mucho dinero. Es una película dark, como el cine de los años cuarenta.

La película, por tanto, ¿está dirigida a los fans del fumetto?

Antonio: A los fans les ha gustado nuestra película, y para nosotros esto es una gran satisfacción. Quizás ha sido más problemático para los aficionados al cine de la Marvel, o para los fans de Mario Bava, que se esperaban algo en la línea de su adaptación.

Uno de los aspectos que más sorprenden gratamente de la película es su reparto. ¿Teníais claro desde un principio qué actores y actrices queríais que interpretaran a cada personaje?

Antonio: Miriam Leone la teníamos en mente desde el principio para Eva Kant. Hicimos casting a muchos actores para Diabolik, y para Ginko también, hasta que dimos con Valerio Mastandrea. Nos costó trabajo, la verdad.

Marco: Era muy difícil componer el cast de esta película, precisamente por lo que comentábamos antes de querer contentar a los fans del fumetto. Como se trata de personajes tan archiconocidos, corres con mucha facilidad el riesgo de decepcionar al público que tiene ya en mente una idea preconcebida de cómo tiene que ser Diabolik o el resto de los personajes, así que fuimos especialmente cuidadosos a la hora de escoger a nuestro reparto. Eva Kant la teníamos muy clara. Tanto Luca Marinelli [que interpreta a Diabolik] como Valerio Mastandrea son dos actores estupendos y muy famosos en Italia, pueden parecer ambos una solución obvia, pero en realidad ha sido una elección muy meditada.

Como ocurre con otros personajes del cómic europeo, el universo de Diabolik es atemporal dentro de unas coordenadas abiertamente pop. ¿Se os pasó por la cabeza en algún momento ambientar vuestra película en la época actual?

Antonio: En un principio esa era la idea que teníamos en mente. Fueron los editores del fumetto los que nos preguntaron: «¿Por qué no lo ambientáis en los años sesenta?». Su argumento era que hoy en día resulta muy poco creíble que alguien pueda cambiar de personalidad por el simple hecho de ponerse una máscara. En cambio, los años sesenta se asocian con un cierto tipo de ingenuidad que da coherencia a tal personaje. Es la única idea que no era nuestra, y tengo que decir que ha sido una elección muy acertada. Estamos muy satisfechos con el resultado y lo considero uno de los aspectos más divertidos de la película.

Ya por último, sabemos que actualmente estáis trabajando en dos nuevas entregas de las andanzas de Diabolik. ¿Qué podéis adelantarnos de estas secuelas?

Antonio: Hemos rodado ya la segunda y la tercera parte, ya que lo hemos concebido como una trilogía. A partir de ahí ya no sé a dónde podemos llegar con el personaje. De momento estamos rodando otra película que no tiene nada que ver con Diabolik.

Fernando Rodríguez Tapia & José Luis Salvador Estébenez

Traducción: Berto Naldo


[1] Nota del autor: Se refiere a la comedia criminal Ammore e malavita (2017), ganadora en la edición de 2018 de cinco David di Donatello, incluidos los destinados a la mejor dirección, banda sonora, canción y actriz de reparto, en este caso por el trabajo de Claudia Gerini.

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