Entrevista a Carlos Marbán, director de “El legado de Alicia” y co-director de “Dark Girls”

Dentro de la programación del Festival de SITGES, y más en concreto en la sección Brigadoon, existe un apartado, ya mítico, llamado “Imagen Death”, en el que Javier Perea selecciona y proyecta una serie de propuestas “al margen del sistema, una oferta que es bocatto di cardinale”, tal y como afirmaba Xavi Sánchez Pons en el diario del propio festival. Así, este año pudimos disfrutar, entre otros proyectos, de los nuevos trabajos del realizador Carlos Marbán, de quién el año anterior ya vimos en la misma sección su debut en el largometraje, Herederas (2021), que ya reseñamos en su momento. Marbán de este modo presentaba, por un lado, El legado de Alicia, un cortometraje de terror que gira en el mismo universo que su ópera prima ,y, por otro, Dark Girls, un filme colectivo en el que compartió dirección con otros cineastas. Charlamos con él para que nos explique en detalle sus dos nuevos proyectos y sus propuestas de futuro.   

Carlos Marbán en acción durante el rodaje de la web serie «Malditas»

Este es el segundo año consecutivo que participas en el Festival de Sitges, ya que, en 2021, también en la sección Brigadoon/Imagen Death, presentaste Herederas, una estupenda propuesta en la que incursionabas en el género de los mad doctors con influencias de aquella ola de gore extremo francés del decenio pasado.¿Cómo fue tú primera experiencia como largometrajista?

Disfruté en todos los aspectos muchísimo a la hora de llevar adelante Herederas. Cuando diriges tu opera prima, y más sin apenas presupuesto, todo es un reto. Una de las cosas más importantes es rodearte de un buen equipo, y una vez te sientes a gusto con él el trabajo que hay después es más divertido y lo disfrutas cada segundo. En este caso a nivel de producción trabajar con Álvaro Panadero y con mi propio hermano Diego fue fantástico, pues no hubo ningún problema en la toma de decisiones, tanto creativas como de producción. Herederas ha sido un camino muy enriquecedor en mi carrera y un proyecto del que me siento inmensamente satisfecho.

¿Y qué recuerdas de aquella primera experiencia en el Festival de Sitges?

Viajar a Sitges con Herederas bajo el brazo es inolvidable. Tengo sólo buenos recuerdos y una satisfacción gigante de ver nuestro esfuerzo inagotable de más de un año proyectado en uno de mis festivales favoritos.

En la reciente edición del certamen catalán regresaste nada menos que con dos proyectos. Por un lado, el largometraje colectivo Dark Girls (2022), que firmas junto a Allan J. Arcal, Bel Armenteros, Toni O. Prats e Ignacio L. Vacas, y, por otro, con el cortometraje El legado de Alicia. Centrémonos por un momento en este último trabajo, ya que se trata de una especie de precuela de Herederas. ¿Cuál fue su germen? ¿Ya lo tenías en mente al elaborar tu primer largometraje?

El legado de Alicia rondaba en mi cabeza desde 2016. En realidad, era la primera película que quería rodar, un proyecto en el que estoy a día de hoy trabajando y buscando principalmente financiación, titulado Las condenadas de Lázaro. Pero al carecer de suficiente experiencia y de presupuesto en ese momento, decidí escribir otro guion donde el concepto principal siguiera presente y, de este modo dar rienda suelta a una historia que se adaptara a nuestras posibilidades. Durante la pandemia, escribí varios borradores sobre la historia de El legado de Alicia, y fue en 2021 que, junto a Álvaro Panadero y Alexander Butler, cerramos el guion que dio paso a este cortometraje del que me siento inmensamente feliz.

Una vez más vuelves a combinar géneros y corrientes, ya que El legado de Alicia mezcla de nuevo los experimentos y pociones que regresan a la vida a los muertos, con un entorno encuadrado en el folk horror

Siempre he dicho que el género de terror es uno de los más versátiles que hay, pues te da una inmensa cantidad de posibilidades narrativas, además de ser mi género favorito.

Repites con Anna Coll Miller, ya presente en Herederas, e incorporas en esta ocasión a Claudia Placer, a quien hemos visto en películas como Verónica (2017) de Paco Plaza o La influencia (2019) de Denis Rovira, y al popular Nacho Guerreros. ¿Cómo fue el proceso de casting? ¿Ya les tenías en mente al escribir el guion?

Si hay algo importante a la hora de llevar a cabo un proyecto es hacer un buen casting. En este caso tenía muy claro desde antes de terminar la primera versión del guion quienes serían sus protagonistas. Claudia es una veterana en el cine de terror y una increíble actriz que lo ha demostrado en repetidas ocasiones con películas y cortometrajes como Verónica, La influencia, Miedos o Ella y la oscuridad, entre otros títulos. Trabajar con ella ha sido fantástico y con sólo verla en pantalla desde el primer minuto vemos como brilla con luz propia.

En cuanto a Nacho Guerreros, la primera vez que le vi en un proyecto de género fue en Cariño, un cortometraje de Ángel Gómez Hernández que protagoniza junto a Macarena Gómez. Literalmente aluciné. He crecido viendo a Nacho en televisión desde hace años, pero a raíz de esto seguí de cerca aún más su trabajo y no dudé un instante en ofrecerle el personaje de Maximiliano.

Trabajar con Anna es increíble y la idea de verla sumergida en la triste y folclórica historia de El legado de Alicia era apasionante. La química dentro y fuera del set entre Nacho, Claudia y ella es extraordinaria.

A la hora de encarnar al teniente, un personaje frío y calculador, pero con pensamientos encontrados acerca de todo lo que ocurre en esta historia, tenía claro que Álvaro Panadero era perfecto para ello, así como lo ha sido contar con Pedro Nistal, quien encarna de forma extraordinaria al sargento, un hombre con unos ideales férreos y llenos de auto lógica.

En tus trabajos es habitual encontrar actores muy jóvenes. Algunos son incluso niños o niñas, algo de lo que muchos cineastas huyen pues consideran que dirigir a menores es sumamente complicado. Pero como decimos, en tu cine son una constante. ¿Cómo es tu metodología de trabajo con ellos/as?

Trabajar con niños, aunque principalmente trabajo con niñas, es increíble. Sé que muchos cineastas lo evitan, tal vez porque lo ven complicado, pero, en mi caso, son protagonistas constantes de todo o casi todo lo que hago. Rodar con ellas es trabajar en torno a una conexión de emociones, ilusión y energía. Como decía antes, una de las claves para llevar un proyecto adelante donde las niñas tengan el peso protagonista, es hacer un buen casting, sobre todo si el proyecto es de género de terror. Por ello hay siempre que tener una buena comunicación y saber empatizar para que se sientan a gusto y tranquilas, pues, aunque sabemos que en el cine todo es “mentira”, filmar terror conlleva un trabajo extra a la hora de controlar los tiempos, las emociones y entender a sus personajes y su propia historia, todo ello inmerso en una atmósfera más oscura y usualmente violenta. Un ejemplo de ello es la actriz Daniela Casas, es bestial. Con ella colaboro mucho y está en constante movimiento dentro del género de terror. Para ello, trabajamos el ritmo y el backstory de sus personajes, entendiendo todo lo que les rodea y, de este modo, centrándose en los puntos más importantes, dejando el paradigma del terror en sí mismo en otra casilla.

Intuyo que el rodaje del corto no fue sencillo en lo que se refiere a logística, dado que has rodado partes en Madrid y otras en Castilla La Mancha. ¿Cómo fue este proceso?

Efectivamente no fue sencillo. El primer problema en este caso fue, una vez más, el presupuesto tanto a nivel logística como de producción. Así que la clave en estos casos es una planificación extra para que, a la hora de comenzar a rodar, tuviésemos los menos problemas posibles.

También podemos destacar la música original compuesta por Adrià Acker, que genera más aún si cabe la tensión requerida…

Lo primero que tengo que decir es que Adrià es un genio. Trabajar con él es fácil e intuitivo. Nos entendemos a la perfección. Al igual que yo, es un apasionado del cine de terror, por ello a la hora intercambiar propuestas y plasmar la BSO definitiva de El legado de Alicia, ha sido una satisfacción, viendo en este proceso como iban encajando todas las piezas para que funcionase la historia a la perfección.

¿Crees que en un futuro volverás a retomar el tema de la resurrección que hemos visto en Herederas y El legado de Alicia o ya lo das por zanjado?

Aún no puedo darlo por zanjado, sigo trabajando en la búsqueda de financiación del proyecto Las condenadas de Lázaro, donde la historia que se cuenta es apasionante. No puedo adelantar de momento más. Únicamente diré que del suero Lázaro aún queda mucho por contar.

Ya con el cortometraje acabado, ¿puedes contarnos alguna anécdota, ya sea del rodaje o de su postproducción?

Siempre hay anécdotas. Me han preguntado más de una vez que cómo hicimos para enterrar el cuerpo de Claudia en la fosa del bosque, si teníamos alguna especialista o, incluso si colocamos un muñeco, pero la respuesta es no; Claudia no dudó un instante en cubrirse con la sábana y “enterrarse”, aunque, eso sí, sólo por unos segundos, algo de lo que estoy sumamente orgulloso, pues esa secuencia en concreto es sobrecogedora y totalmente real, dando esa claustrofobia y sentido onírico a la secuencia.

Tras su paso por Sitges, ¿qué recorrido le espera a El legado de Alicia?

Esperamos que su recorrido sea el mejor posible. Apostamos por el circuito internacional además del nacional, por supuesto. Solo queda esperar y trabajar mucho en su promoción y proyección.

Como mencionamos antes, en esta última edición del festival catalán también pudo verse Dark Girls, un film coral que has realizado junto a otros cuatro realizadores, Arcal, Armenteros, Vacas y Prats. Se trata de una cinta de episodios en el que cada uno de vosotros se encargó de dirigir una pieza. ¿Cómo llegaste a este proyecto y cómo fue el proceso de selección de historias?

Dark Girls es un proyecto que inicialmente ideé con la idea de crear una antología de cortometrajes de terror unidos todos ellos por un hilo conductor. Al iniciar los primeros pasos contacté con varios cineastas donde buscaba colaboración para llevarlo adelante. Al proyecto se unió Bel Armenteros, Allan J Arcal, Toni O. Prats e Ignacio L. Vacas convirtiéndonos de forma teórica en co-directores, aunque en la práctica mis labores han estado sobre todo relacionadas con la elección de la mayor parte del casting y el diseño de vestuario de las Dark Girls.

Acostumbrado a dirigir en solitario, ¿qué tal la experiencia de tomar decisiones conjuntas? ¿O cada uno elaboró su historia de manera completamente independiente?

Siendo sincero, no tengo pensado en volver a co-dirigir en un larguísimo tiempo. Posiblemente nunca lo haga, aunque nunca se sabe. Tal vez cambie de opinión en un futuro, pero a fecha de hoy es una experiencia que prefiero olvidar. El motivo de todo ello es la pérdida del control creativo y, como ha sido en nuestro caso, la falta de entendimiento en muchos aspectos técnicos y también promocionales del proyecto, lo cual me ha llevado, al menos a mí, a un desgaste emocional severo. Afortunadamente estoy feliz de haber finalizado con éxito la miniserie titulada Malditas, la cual me ha devuelto la ilusión y las ganas de seguir adelante.

¿Qué puedes adelantarnos de esta mini serie?

Como comentaba anteriormente, acabamos de finalizar el rodaje de la miniserie de terror Malditas, compuesta por cuatro episodios en la primera temporada. A pesar de encontrarnos de nuevo con el problema del presupuesto, el equipo que ha formado este proyecto lo ha dado absolutamente todo. Han sido rodajes complejos, en ocasiones muy cansados, pero a su vez el ir viendo los resultados según acababan las jornadas de rodaje ha sido una satisfacción tras otra. Malditas es una carta de amor hacia el cine de terror, donde lo primero que vemos es a sus pequeñas protagonistas, todas ellas maravillosas, encarnando roles complejos, dramáticos, violentos, pero siempre llenos de energía y sentido. Su elenco, encabezado por las deslumbrantes Daniela Casas, Haizea Carneros, Roxana Visan, Noah Casas, Laia Núñez, Sara Belmonte y Diana González, es fascinante. Además, tenemos la fortuna de contar con la participación especial de Nacho Guerreros, Vanesa Romero, Anna Coll Miller y el equipo al completo de especialistas de acción “Guns and Ropes” con el que se completa un elenco artístico inigualable.

¿Crees que un futuro regresarás al mundo del cortometraje o centrarás tu carrera como realizador en largos y series?

Centrarme únicamente en largometrajes y series y dejar atrás el universo de los cortos es impensable. Siempre estaré dentro del mundo del cortometraje. Es uno de los terrenos artísticos que más me gustan y como cineasta no podría alejarme de ello.

 Javier Pueyo

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