Sin lugar a dudas, una de las principales sensaciones en la reciente temporada de festivales especializados en cine fantástico ha sido Mad Heidi. Producida mediante crowdfunding, esta singular adaptación del libro infantil de Johanna Spyri, definida por sus responsables como la primera swissploitation, ha conseguido conectar con el público gracias a su humor gamberro, su estética grindhouse y su gusto por el gore. Lo que pocos saben, sin embargo, es que la película cuenta con una notable participación española. Sin ir más lejos, Alice Lucy, la encargada de dar vida a la protagonista, se crio en nuestro país. No obstante, mucho más significativo resulta el caso de la intérprete de su amiga Klara. Dicho papel recae en la actriz y modelo malagueña Almar G. Sato, quien ha realizado así su primera producción internacional y que acompañará la proyección de Mad Heidi dentro de la Sección Oficial de la duodécima edición del Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia – Sombra, el próximo jueves 23 de marzo a las 21 horas en la sala A de la Filmoteca Regional.
¿Cómo llega una chica de Málaga a una película como Mad Heidi, anunciada como la primera swissxploitation de la historia?
Buena pregunta (risas). Llegué al casting a través de mi representante. Claro, al principio no te mandan el guion. Solo sabía que era para el personaje de Klara, que es el personaje que al final interpreto. Todavía no sabía casi nada de la película y me parecía muy guay, porque Heidi es como muy japonés por los animes que yo veía de pequeña. Así que hice el casting y después de pasar la primera selección ya me mandaron el guion y dije: “¡Dios, ¿esto qué es?!” (risas) Me encantó, finalmente me cogieron para el papel y así fue como salió todo.
Por lo que dices, para el papel de Klara buscaban una actriz asiática, en contra de la imagen que muchos tenemos asociados al personaje por la serie de dibujos animados que comentabas antes, donde era una niña rubia…
Exacto. De hecho estaban buscando específicamente una japonesa. Ni china, ni coreana, la querían japonesa. Como esta película se ha hecho por crowdfunding de los fans, y entre ellos hay muchos japoneses, querían darles las gracias en este sentido haciendo que Klara fuera japonesa.
El que la película esté producida mediante crowdfunding ¿influyó de algún modo en su producción?
Claro. Es una película pensada para los fans y eso estaba muy presente en la selección de casting.
Desde la campaña de crowdfunding Mad Heidi despertó mucha expectación en las redes. ¿Eráis conscientes de ello cuando la estabais rodando?
Sí, porque al final ya había un tráiler con otra actriz que no es la que luego interpreta a Heidi en la película, en el que se veía que se estaba cociendo Mad Heidi y muchos fans habían puesto dinero antes del rodaje. Así que sabíamos que teníamos todo eso detrás.

Si no me equivoco, para ti ha sido tu primer rodaje internacional. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Súper bien, en el sentido de que yo estaba un poco preocupada. Mi mayor preocupación era que tenía que hablar en inglés con acento japonés, porque, claro, yo tenía un acento español. Entonces tenía esa preocupación, pero al final logré poner ese acento y el equipo era súper majo y me ayudaron en todo lo que pudieron y me sentí acogida desde el minuto uno. Y además estaba el plus de rodar en paisajes suizos, que eso es una maravilla. Estás en el paraíso, vamos (risas).
Imagino que el rodaje tendría un punto de locura en el sentido de que era un poco torre de babel debido a las diferentes nacionalidades y culturas de los implicados. Los directores y buena parte del equipo son suizos, tú hispano-japonesa, Alice Lucy, la intérprete de Heidi, es británica, hay también actores estadounidenses…
Sí, sí, sí, había un popurrí de todo (risas). Pero ahí también está la gracia de esta película, que es muy interracial y representa a todos los géneros también. Era un popurrí muy curioso, la verdad, pero, bueno, con que habláramos todos inglés nos podíamos comunicar.
Dado que Alice Lucy tiene también raíces españolas, ¿tuviste con ella una relación más especial en el rodaje por este motivo?
Sí, sí. De hecho, yo el inglés lo hablo perfectamente, pero cuando llevas tres días durante veinticuatro horas empleándolo en todo momento llegaba un punto que en mi cabeza ya no sabía ni qué me estaban diciendo. Y ahí me venía muy bien que Alice, mi amiga Heidi, hablara español.
¿Y cómo fue la creación del personaje de Klara?
Al ser al final una comedia de acción un poco paródica, la interpretación tiene que tener otro registro que no es el normal, entre comillas. Eso es lo que trabajé, también el acento, como comentaba antes, y la vulnerabilidad de Klara, que es lo que más la caracteriza.
A este respecto, ¿cómo preparaste las escenas de acción? Porque en prácticamente todas las que aparece Klara es la que recibe siempre…
Sí, sí, yo solo recibo (risas). Hicimos ensayos de lucha donde, obviamente, mis ensayos eran de cómo recibir, no cómo dar. No hubo ni una lección de cómo dar, porque la pobre Klara no daba para más en esta película (risas). Fue muy interesante, porque teníamos coachs que se dedicaban a ello y nos enseñaron un montón. Fue muy divertido rodar esas escenas, la verdad.
Viendo la película, da la sensación de que tu personaje tenía más escenas originalmente. ¿Rodaste más secuencias que al final no aparecen en el montaje definitivo?
De mi papel lo que estaba en el guion sigue estando en la película. Quizás se habrán recortado, me imagino, otras escenas de acción, que al final había un montón después de haber estado tres meses rodando a tope.
La película finaliza dejando la puerta abierta a una posible secuela. ¿Realmente hay esa intención?
De momento están escribiéndola, así que es buena señal. Ojalá que siga para delante.
¿Y cómo estás recibiendo toda la repercusión que está teniendo la película a lo largo y ancho del mundo? ¿La esperabas?
La verdad es que no. Esperaba que fuera algo más local de Suiza, porque al final es algo que le va a llegar más a la gente de allí. Pero no, en España también ha tenido muy buena acogida y estoy muy contenta de ello.
José Luis Salvador Estébenez
Pues decir que tiene pinta de bodrio insoportable es quedarse corto, qué queréis que os diga.