Título original: Cyborg, il guerriero d’acciaio
Año: 1989 (Italia)
Director: Gianetto De Rossi
Productor: Fabrizio De Angelis
Guionistas: Dardano Sacchetti [David Parker Jr.], Gianetto De Rossi
Fotografía: Giovanni Bergamini
Música: Lanfranco Perini
Intérpretes: Frank Zagarino (CY-V1), Henry Silva (Coronel Hammer), Sherrie Rose (Susan), Brandon Hammond (Brandon), Bill Hughes, Ronald Lang, James Summers, Thomas Rack, Gray Jordan, Charles Irring, Brenda Muller, Peter Ward, George Martin, Paul Vibeker, Mel Marfurt…
Sinopsis: Un prototipo de androide militar escapa fortuitamente del barco donde estaba siendo trasladado para ser testado. En su huida llega a una cercana isla caribeña, donde es acogido por un niño y su hermana mayor. Mientras tanto, el gobierno encomienda su búsqueda a un coronel que no se parará ante nada con tal de llevar a cabo su misión con éxito.
Junto con Carlo Rambaldi y Sergio Stivaletti, Gianetto De Rossi pasa por ser el más destacado especialista de efectos especiales surgido de la industria cinematográfica italiana. Buena muestra de su talento se encuentra en el hecho de que su trabajo haya sido reclamado tanto para films modestos del estilo de Los invasores del abismo (I Predatori di Atlantide, 1983) o Killer Cocodrile (1989), como por grandes superproducciones internacionales tipo Conan el destructor (Conan the Destroyer, 1984) o Waterloo (Waterloo, 1970) , sin olvidar su participación en alguno de los exponentes más celebrados de la filmografía de su país, entre los que podemos citar a Hasta que llegó su hora (C’era una volta il west, 1968), Novecento (Novecento, 1976) o El Casanova de Fellini (Federico´s Fellini Casanova, 1976). De entre todo este amplio bagaje profesional, que hasta la fecha comprende cinco décadas y algo más de medio centenar de títulos, sin duda sus creaciones más recordadas de cara a los aficionados son los muertos vivientes que realizara para dos clásicos del cine de terror europeo: No profanar el sueño de los muertos/Da dove vieni? (1974) de Jorge Grau y Nueva York bajo el terror de los zombis (Zombi 2, 1979) de Lucio Fulci.
Pero aunque los efectos especiales hayan sido su habitual campo de expresión, su carrera cinematográfica no se ha ceñido únicamente a este campo. Al igual que haría años después su mencionado colega Sergio Stivaletti, también De Rossi ha probado fortuna detrás de las cámaras en labores de realización, debutando como director con el film de ciencia ficción Cyborg, il guerriero d’acciaio [vd: Cy-Warrior: Special Combat Unit, 1989]. Rodado a finales de la década de los ochenta, su configuración conecta a muy distintos niveles con dos tendencias imperantes dentro del cine de la época. Por un lado, comparte íntegramente las principales señas características del escaso cine de explotaition italiano que aún sobrevivía para aquellas fechas, como demuestra su intento por hacerse pasar por una producción estadounidense, motivo por el que el grueso de su reparto se nutre casi en exclusiva de actores anglosajones, entre los que, como solía ser habirual en esta clase de cintas, se incluye un nombre con cierto tirón popular, en este caso representado por la presencia del siempre solvente Henry Silva en su sempiterno rol de villano. Mientras que, argumentalmente, el film se sitúa dentro de la corriente de cine protagonizado por androides que pusieran de moda películas como Terminator (The Terminator, 1984) o RoboCop (RoboCop, 1987), títulos todos ellos junto a alguno otro objeto de homenaje/imitación a lo largo del metraje.
A la vista de los planteamientos bajo los que fue concebida, los resultados de la película no se escapan demasiado de lo que cabría esperar. Personajes planos y estereotipados, historia repleta de clichés, momentos ridículos, incongruencias varias y diálogos risibles –con mención especial para las frases con las que tiene que lidiar el bueno de Silva– conforman a grandes rasgos el armazón de un producto cuyo único intento de innovación con respecto a los patrones sobre los que se sustenta pasa por su fallido conato de dotar a la narración de un tono familiar de corte melodramático, servido a través de la relación que se establece entre el robot protagonista y los dos hermanos huérfanos que lo acogen en su casa, elemento este totalmente fuera de lugar e incluso contradictorio con el tratamiento al que es sometido el resto del conjunto.
Se trata, en suma, de un film impersonal, cuya puesta en escena no difiere en demasía de lo visto en títulos de similares características firmados por Fabrizio de Angelis –quizás no por casualidad productor de la película-, Camillo Teti, Tonino Ricci o Bruno Mattei. Y es que, pese a la identidad de su director, ni siquiera sus efectos especiales logran ofrecer un acabado superior a la media, si bien haya que reconocer su funcionalidad dentro de su modestia. En este contexto, el único aspecto destacable dentro de la mediocre realización de De Rossi estriba en su fluidez narrativa, si bien antes que un logro del primerizo cineasta, resulte un (de)mérito de la simpleza y sencillez de la trama dispuesta, basada en gran medida en la concatenación de los diferentes intentos de las fuerzas gubernamentales por hacerse con el androide que le da título.
José Luis Salvador Estébenez
Alguno de los momentos más psicotrónicos del film:
La abadía de Berzano 
Como todos los lunes continuamos con nuestro dossier dedicado a la cifi italiana. Esta semana es el turno de la aquí editada en video como «Cy-Warrior: Special Combat Unit», debut en el campo de la dirección del especialista en FX Gianetto De Rossi.
Dentro de lo poquita cosa que es, guardo mucho mejor recuerdo de esta peli que de varias de los directores que citas en el último párrafo (Fabrizio de Angelis aparte, que es una debilidad personal). Al menos con «Cy Warrior» nos pudimos echar unas risas bien buenas, que con muchas de Mattei… ¡brrrr! ¡ni eso!
Pues seré yo el rarito, porque con las de Mattei me parto la caja… ¡Esa selva africo-catalana de «Apocalipsis Canibal» no tiene precio! 😛