Aeropuerto 75

 

Sinopsis: Los viajeros de un vuelo nocturno con destino a Los Ángeles van a tener más de un sobresalto cuando una avioneta se estrelle contra la carlinga, matando o dejando malheridos a los pilotos. Con la mitad de los indicadores estropeados y la cercanía de las montañas de Salt Lake City… “Señores viajeros, pongan sus asientos en horizontal porque se acerca la muerte a no ser que la intrépida azafata Nancy Prior se encargue de agarrar los mandos y mantener la situación bajo control”.

 


Título original: Airport ‘75
Año: 1975 (Estados Unidos)
Director: Jack Smight
Productores: William Frye, Jennings Lang
Guionistas: Don Ingalls
Música: John Cacavas
Intérpretes: Karen Black (Nancy Prior), Charlton Heston (Alan Murdock), George Kennedy (Joe Patroni), Effrem Zimbalist Jr. (capitán Stacy), Susan Clark (Helen Patroni), Helen Reddy (hermana Ruth), Linda Blair (Janice Abbot), Dana Andrews (Scott Freeman), Roy Thinnes (Urias), Sid Caesar (Barney), Myrna Loy (Sra. Devaney), Linda Harrison (Winnie), Gloria Swanson…

La Universal tardo cinco años en volver al universo que tanto dinero les dio allá por 1970. Algo extraño teniendo en cuenta que Aeropuerto (Airport, George Seaton, Henry Hathaway, 1970) arrancó el fenómeno del cine de catástrofes que resultaba bastante taquillero. Tal vez fuera porque no encontraban la historia adecuada pero, tras ver esta continuación, uno se pregunta si no había mejores ideas sobre la mesa.

El guion viene firmado por Don Ingalls, un prolífico guionista televisivo cuyo único crédito en cine es, precisamente, Aeropuerto 75. Esto tiene truco, ya que, originalmente, el libreto de Aeropuerto 75 fue escrito para televisión y el productor Jennings Lang estuvo tan complacido al leerlo que decidió llevarlo a la pantalla grande. La idea de Lang fue acertada porque la película fue un exitazo de taquilla, pero uno se plantea si hubo reescrituras de guion, porque lo cierto es que hay con un exceso de humor y tramas secundarias –los tres borrachines, el bocachanclas que no puede callar, la mujer que cuela un perro en el avión- que desequilibran el conjunto y el mood, mientras pasan innecesariamente de puntillas por los comentarios del piloto interpretado por Roy Thinnes sobre la vibración de un panel de control o ese guiño a El gran carnaval (Ace In the Hole, Billy Wilder, 1951), cuando un reportero televisivo lleva a la viuda del piloto accidentado en busca de carnaza audiovisual; aparte de todo esto, hay un gran gazapo en el guion, ya que el personaje de Joe Petroni, al que interpreta George Kennedy, en la película de 1970 tenía varios hijos y una mujer de su edad, mientras aquí está casado con una señora mucho más joven que él y son padres de un único hijo de 11 años.

Y es que el aire televisivo está muy presente, no solo por lo ya comentado del guion, sino porque el director, Jack Smight, llevaba años rodando en el medio catódico tras una carrera no muy fulgurante en el cine, y se llevó muchos tics en su regreso a la pantalla grande, caso de una planificación demasiado formal, el estatismo narrativo que impide temer por los pasajeros del avión, las flojas secuencias de acción, retroproyecciones de juzgado de guardia y una nula dirección de actores. Hay cierto momentos de vergüenza ajena en el metraje, en gran parte motivados por esa sensación de querer estar al día mediante la inclusión de planos de mujeres mayores leyendo libros sobre sexo y riéndose por lo bajini, aparte de querer llevar al summun la libertad sexual y tener tanto a los azafatos como a los pilotos en plan perros en celo a la caza de churris. Sirva ejemplo de ello el piloto Julio, encarnado por Erik Estrada, y su actitud casposa de gallito de corral en busca de gallinitas a las que llevarse al gallinero.

A nivel técnico tampoco podríamos decir que Aeropuerto 75 destaque, ya que la música de John Cacavas incide demasiado en la tensión cuando esta no existe, y aunque tiene un tema muy pegadizo no consigue hacer que levante vuelo. La fotografía de Philip H. Lapthrop se nota también desvaída, muy televisiva, y eso que venía de rodar Terremoto (Earthquake, Mark Robson,1974), donde conseguía una atmosfera polvorienta y de pánico a plena luz del día. Incluso el vestuario de la clásica Edith Head, que tanta fama ganó con su trabajo para la película original de Aeropuerto, parece más de saldo y solo destacan las maravillosas mantas de vuelo con ese tono morado que dan un poco de color a la sosería reinante.

Interpretativamente Aeropuerto’75 se nutre de estrellas de la época como la bizca más famosa del cine, Karen Black, que hace lo que puede con su personaje de azafata jefe aunque abusa de los gestos de sufrimiento extremo mientras mueve restos de fuselaje de un lado a otro de la carlinga. Charlton Heston –abonado durante los setenta al cine de catástrofes- nació para ser un machote dominante y se trae parte de la adrenalina que le sobró del rodaje de Terremoto, ya que el actor afirmó haber tenido solo quince horas entre la finalización de la película de Robson y el inició de Aeropuerto 75; si a esto le unimos que Heston tenía tendencia a irse de madre, el fruto es una tormenta perfecta al juntarse con la poca dirección de actores de la que hace gala Jack Smight. En cuanto al resto del reparto, George Kennedy se limita a estar ahí poniendo gesto de circunstancias –clavadito a su enérgico policía de Terremoto–, mientras el cómico Sid Caesar intenta hacer gracia con su personaje, aunque lo único que consigue es dar pena y que al espectador le entren ganas de soltarle un bofetón para que se calle.

En el lado de las estrellas ya en declive, algo que se convertiría en una constante de este tipo de cine a partir de El Coloso en llamas (The Towering Inferno, John Guillermin,1974), encontramos a Dana Andrews en su última película de altos vuelos (Chiste inevitable ya que hablamos de películas de aviones), o un sorprendente y desaprovechando juego “meta” con Gloria Swanson interpretándose a sí misma; lástima que esta sea su última película, porque su participación es flojísima e innecesaria. Más acertada resulta Myrna Loy, a tal punto de dar pena que no tenga más secuencias en su papel de anciana alcohólica, personaje que, por cierto, la Swanson se negó a interpretar. Por lo demás, cabe destacar la presencia de Linda Blair tras El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973) con una trama de lo más ridícula en la que es acompañada por Helen Reddy haciendo de monja cantante, y que solo merece la pena que exista por su parodia en Aterriza como puedas (Airplane!, David Zucker, Jim Abrahams, Jerry Zucker, 1979).

Y es que, llegados a este punto, tal vez lo mejor que se pueda decir de Aeropuerrto 75 es que se trata de la versión “seria” de Aterriza como puedas, la cual la tomó como una de sus principales referencias. Mi consejo: antes de revisar la película de Jack Smight, sería conveniente volver a ver la joya del trio ZAZ.

Javier S. Donate

Un comentario en “Aeropuerto 75

  1. Hola a todo/as,

    Yo, cuando la vi, hace ya muchos años, pensé de la peli que pasable, aunque bastante mediocre.
    Quiere parecerse a la primera entrega, pero no lo logra ni de lejos.
    Hubiese sido una chorrada si no hubiese sido por los buenos intérpretes (que aquí no lo demuestran demasiado) que intervienen.
    Se ve, pero se olvida pues no tiene nada interesante.

    Pero, bueno, igual la vi en un mal día…

    Iñaki (Films en Caja Tonta)

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