Scream, Pretty Peggy! [tv: ¡Grita, linda Peggy!/Un grito de horror]

 

Sinopsis: Una joven estudiante de arte comienza a trabajar en casa de un conocido escultor para encargarse de las tareas del hogar. En dicha hacienda, apartada de la ciudad, el escultor vive con su anciana madre y su hermana. Según dicen a la chica, la segunda se encuentra de vacaciones por Europa, pero pronto la muchacha se dará cuenta que le están mintiendo y ocultando cosas.

 


Título original: Scream, Pretty Peggy!
Año: 1973 (Estados Unidos)
Director: Gordon Hessler
Productor: Lou Morheim
Guionistas: Jimmy Sangster, Arthur Hoffe
Fotografía: Leonard J. South
Música: Robert Prince
Intérpretes: Ted Bessell (Jeffrey Elliot), Sian Barbara Allen (Peggy Johns), Bette Davis (Sra. Elliot), Charles Drake (George Thornton), Allan Arbus (Dr. Eugene Saks), Jessica Rains (chica en la oficina), Christiane Schnidtmer (Jennifer Elliot), Johnnie Collins III (estudiante), Toyah Feldshuh (Agnes Thornton)…

Tras darse a conocer gracias a varias películas de terror con Vincent Price de protagonista, caso de The Oblong Box [tv/vd: El ataúd; tv/vd/dvd/br: La caja oblonga, 1969], Scream and Scream Again [tv/vd/dvd/br: La carrera de la muerte, 1970] y Cry of the Banshee [tv: Cry of the Banshee/El grito del fantasma; vd/dvd: El grito de la muerte, 1970][1], el alemán afincado en el Reino Unido Gordon Hessler comenzaba la década de los setenta con la que sería una larga carrera en la televisión made in USA, medio en el que centraría la casi totalidad de su posterior filmografía salvo muy pocas excepciones, como vendría bien citar sus dos trabajos al servicio de la estrella de acción japonesa Shô Kosugi, Ruega por tu muerte (Indestructible) (Pray for Death, 1985) y Rage of Honor [tv/vd/dvd: Venganza por honor, 1987]. El mismo año de esta çultima llegaba también a los cines su cinta bélica The Misfit Brigade [tv/vd/dvd/br: Los panzers de la muerte], protagonizada por un joven Bruce Davidson acompañado por David Carradine y Oliver Reed en el papel de sendos oficiales nazis. E, igualmente, para su exhibición en salas rodaría una de sus últimas cintas, Out on Bail, que vería la luz en 1989, y que por aquí nos llegaría directamente en vídeo como si se tratara de la cuarta entrega de la saga de El exterminador, aprovechando que la protagonizaba Robert Ginty.

En 1973, el mismo año que se estrenaba en salas El viaje fantástico de Simbad (The Golden Voyage of Simbad), su más reputado trabajo, Hessler tenía lista para la pequeña pantalla Scream, Pretty Peggy! [tv: ¡Grita, linda Peggy!/Un grito de horror], telefilm que contaba con dos interesantes alicientes para contentar a los fans de las películas de terror. Por un lado, la presencia de la veterana Bette Davis (que como tantas viejas glorias del Hollywood dorado había encontrado acomodo en los setenta en la televisión, medio donde desarrollaría mayormente sus siguientes trabajos), a quien parte del público identificaba en aquellos años por sus films de grand guignol ¿Qué fue de Baby Jane? (What Ever Happened to Baby Jane, 1962) y Canción de cuna para un cadáver (Hush…Hush, Sweet Charlotte, 1964), ambos dirigidos por Robert Aldrich. Y, por otro, por la participación en el libreto del británico Jimmy Sangster, uno de los guionistas más prolíficos y fundamentales de la Hammer[2], entre cuyos créditos encontramos los dos films que precisamente Bette Davis protagonizara para la Casa del Martillo, A merced del odio (The Nanny, 1965), de Seth Holt, y la no tan valorada (más bien todo lo contrario) The Anniversary [tv/dvd: El aniversario, 1968], firmada por Roy Ward Baker[3]. Al igual que Hessler, Sangster comenzaba por aquellos años a trabajar en la televisión americana.

Scream, Pretty Peggy! plantea una historia de misterio protagonizada por una muchacha, estudiante de arte, que con la intención aprender de un afamado escultor empieza a trabajar en el hogar de éste para acercarse a él. Pero allí se topará con un horrible secreto familiar. En su momento la película no fue muy bien recibida por la crítica, despachándola por lo general como una más de las muchas copias que surgieron de la seminal Psicosis (Psycho, 1960), de Alfred Hitchcock. En otros casos, los críticos alegaban que los guionistas se habían limitado a acumular todos los clichés de los thrillers de la época. Es más que evidente que fusila mucho de la citada (e imprescindible) película de Hitchcock, entre otras cosas en su inevitable giro final. Pero no hay que fijarse mucho para darse cuenta de muchas otras influencias claras de las que bebe el film. La misma premisa sobre una joven que entra a trabajar en una casa en la que se sentirá atraída por el dueño del lugar y cuya relación se verá truncada por la presencia de una mujer encerrada que no está en sus cabales, está directamente sacada de la famosa novela de 1846 (tantas veces llevadas al cine y la televisión) Jane Eyre de Charlotte Brontë, cambiando la esposa por una presunta hermana. Por otro lado, la retorcida idea de esconder los diferentes cadáveres en el interior de las estatuas que el escultor modela remite indiscutiblemente a otro conocido clásico del cine, Los crímenes del museo de cera (House of Wax, 1953), dirigido por André De Toth para la Warner Bros[4]. Un cúmulo de referencias que es rematado con, como decíamos, la presencia en el reparto de Bette Davis, componiendo un personaje muy del estilo de los que encarnara a las órdenes de Aldrich (maquillaje excesivo incluido).

No obstante, en defensa de Scream, Pretty Peggy! hay que decir que, al fin y al cabo, se trata de una producción catódica destinada a ser “la película de la semana” de la cadena ABC, donde tantas veces se estrenaban telefilmes producidos por Aaron Spelling y similares; películas con una serie de obvias restricciones por su horario de emisión y (amplia) franja de público al que estaban destinadas, por lo que es más que evidente que ni sus guionistas ni su director tratavan de hacer una propuesta innovadora o transgresora, sino más bien al contrario, un mero entretenimiento familiar para la hora de la cena[5], con la habitual duración de entonces de unos 75 minutos que, junto a las obligatorias pausas publicitarias, se extendía hasta los 90 de rigor. En este caso se trató de una producción de Universal. Fue emitida en nuestro país en los setenta por TVE como ¡Grita, linda Peggy!, y la volverían a pasar la década siguiente con el título de Un grito de horror. En los Estados Unidos, donde poco a poco ha ido alcanzando cierto grado de culto, sería recuperada por Kino Lorber, que en 2021 la editó en DVD y Blu-ray con, faltaría más, Bette Davis en la portada, por más que la verdadera protagonista sea Sian Barbara Allen, una actriz centrada en la televisión, donde transcurrió casi toda su carrera (raro es no encontrarla en alguna de las series señeras de los setenta), pero en cuya trayectoria hayamos algún merecido cult classic para la gran pantalla como Pesadilla en la nieve (You’ll Like My Mother, 1972), de Lamont Johnson, un trabajo afín al que aquí nos interesa (aunque ciertamente superior) y por el que pudieron ofrecerle a la intérprete el papel de Peggy.

Alfonso & Miguel Romero


[1] No queremos dejar fuera su adaptación de Los crímenes de la calle Morgue de Edgar Allan Poe, que realizó en 1971 en coproducción con nuestro país.

[2] También dirigió tres películas para la compañía de los Carrera.

[3] El año anterior a la que aquí nos concierne, Jimmy Sangster colaboró en el libreto de otro título en consonancia con el citado díptico dirigido por Robert Aldrich, ¿Quién mató a tía Roo? (Whoever Slew Auntie Roo?), realizado por Curtis Harrington.

[4] De hecho, la de De Toth era un remake de la cinta de Warner Los crímenes del museo (Mystery of the Wax Museum, 1933), de Michael Curtiz. Y no sería el único, pues en 2005 Jaume Collet Serra perpetraría una nueva revisión, producida entre la Warner y la Dark Castle Entertainment, La casa de cera (House of Wax). Aunque la más recordada sigue siendo la versión en 3D con Vincent Price de lunático protagonista, y que a finales de los cincuenta había servido de evidente inspiración a Roger Corman para A Bucket of Blood [tv/dvd: Un cubo de sangre, 1959].

[5] Lo que no quita para que, de cuando en cuando, saltara alguna más que estimable rara avis, caso de Bad Ronald [tv: Ronald el malo, 1974], de Buzz Kulik, una TV-movie que influenció producciones posteriores (algunas para cine) y que aún recuerdan muchos de quienes la vieron en su momento, como el director de cine David DeCoteau, que la menciona entre sus películas de terror favoritas.

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