Entrevista a Joan Villafàfila & Pako Navarro, autores de “Palma Grindhouse”

Desde hace unas semanas se encuentra a la venta Palma Grindhouse gracias a Moll Nova Editorial. Se trata de un libro que realiza un repaso por los múltiples cines que inundaron la ciudad mallorquina en los años setenta y ochenta, la gran mayoría de ellos hoy extintos por diferentes motivos. De este modo, sus autores Pako Navarro y Joan Villafàfila aprovechan la ocasión para reflexionar sobre las salas de cine en el pasado y en la actualidad, al tiempo que diseccionan distintos géneros populares que acaparaban las marquesinas de las diferentes épocas. Pero mejor que sean ellos, sus responsables, los que nos revelen los entresijos de su obra…

Antes de dar a luz a este libro creasteis en vuestra Mallorca natal el proyecto “Palma también fue Grindhouse”, con el que a través de las redes sociales recuperabais carteles y anuncios de películas de los años setenta y ochenta, principalmente, y bajo el cual habéis organizado diferentes charlas, proyecciones, textos para revistas o actividades diversas en festivales de cine. ¿Cómo nació exactamente el proyecto y cuáles eran vuestros objetivos?

El descubrimiento en la Biblioteca March de Palma de unos viejos periódicos de principios de la década de los setenta nos llama la atención por la forma tan colorista y diferente a la actual que tenían las salas de cine de nuestra ciudad de anunciar los estrenos y reestrenos cinematográficos. Pero no sólo eso: a través de las noticias locales o de los anuncios clasificados es posible conocer como era el día a día en nuestra ciudad y poder así contextualizar adecuadamente esos estrenos cinematográficos. Al carecer los periódicos locales de una hemeroteca digitalizada, la única forma de hacernos con esos anuncios es a través de fotografías de los propios periódicos, que en no pocos casos se encuentran en un estado deplorable, fruto tanto de la mala calidad del papel como de los años trascurridos desde su publicación.

Para ser un poco más concretos, el proyecto nace a raíz de una pequeña colaboración en la extinta revista web 40Putes acerca de esos anuncios en prensaque llamó la atención a los amigos del Cinemaclub 39 Escalons, ubicado en la localidad de Manacor, quienes tuvieron el detalle de invitarnos a dar una charla en su pueblo para hablar de los viejos programas dobles, para lo que reabrieron el vestíbulo del Cine Goya y a diez minutos de empezar el aforo estaba completo. Pese a nuestra inexperiencia y nervios, la charla gustó a los asistentes y meses después fuimos llamados para repetir la experiencia en Llucmajor en un evento magníficamente organizado por Biel Thomas, propietario de la tienda Popsters. En ese momento ya contábamos con nombre, logo y una cierta actividad en Facebook, consistente básicamente en la publicación de antiguos anuncios procedentes de la prensa local que por una u otra razón nos llamasen la atención. En esos momentos, el objetivo no era otro que recordar y dar a conocer esos anuncios, prácticamente desaparecidos ya de los periódicos.

¿Y en qué momento decidisteis recopilar toda aquella información en un libro, que habéis titulado Palma Grindhouse?

La propietaria de la editorial Moixonies, hace aproximadamente seis años nos habló de la  posibilidad de recopilar toda esa información y plasmarla en un libro, pero lo cierto es que la cosa no fue mucho más allá de esa simple conversación. Empezamos a trabajar en un primer esbozo del libro partiendo de la base de nuestra absoluta inexperiencia como escritores, pero al cabo de un tiempo la editorial acabó echando el cierre y el proyecto de libro, pese a estar bastante avanzado, se quedó en el limbo.

Finalmente, la edición del libro ha corrido a cargo de Moll Nova Editorial. ¿Cómo entraron en el proyecto?

Durante la pandemia acabamos de dar forma al libro y se lo mostramos al historiador Biel Vives quien, tras haberlo leído, nos recomendó presentarlo a Tomeu Canyelles, de Nova Editorial Moll. Tomeu lo comentó con Sofía Moisés y decidieron emplazarnos a una reunión para hablar del proyecto. Nos consta que tanto a Sofía como Tomeu les atrajo la idea de un libro sobre las viejas salas de cine de nuestra ciudad, por lo que lucharon para que saliese adelante. Así, unas semanas después ya teníamos el ok de la editorial.

Lleváis con la idea de publicar el libro desde hace ya muchos años, y ahora, hace escasos meses de este 2024, al fin lo habéis logrado. ¿Cuál ha sido la sensación al verlo ya en papel en las calles y además, me consta, con críticas positivas?

La primera sensación es casi de incredulidad: cuesta creer que después de tanto tiempo la cosa haya acabado llegando a buen puerto. Y tras eso llega la inseguridad: la editorial nos confirma una tirada de trescientos ejemplares y entonces te llega el vértigo por si la obra estará o no a la altura de las expectativas. Como bien dices, cuando empiezan a llegarnos críticas positivas acompañadas de buenas cifras de venta el alivio va dejando paso a la alegría que se dispara cuando se nos acercan personas de todas las edades a decirnos que el libro les está encantando, o que les recuerda algún momento feliz de su vida.

Joan y Pako posan orgullosos junto a su criatura

Aunque el libro se llama Palma Grindhouse y, efectivamente, a través de vuestros textos hacéis un recorrido por la historia de los cines de Palma, creo que puede conectar con todo tipo de público, pues hacéis un repaso extenso a diferentes géneros y subgéneros como es la comedia erótica italiana, el fantaterror español, el cine quinqui o las películas de artes marciales. ¿Fue complicado llegar a ese equilibro para lograr que no fuera un manuscrito que únicamente pudiera interesar a las personas de Mallorca?

Este equilibrio que mencionas, junto a la exactitud de los datos aportados, fue una de las obsesiones que dirigió todo el proceso de alumbramiento del libro. Queríamos hablar de las desaparecidas salas de cine de nuestra ciudad, pero sin hacer un texto exclusivamente localista. De ahí la utilización de los nuevos géneros y subgéneros que empezaron a llegar a España a principio de la década de los setenta como vertebrador de la obra: se trata de títulos que conocieron estreno (y muchos reestrenos) en casi todas las ciudades españolas. Queríamos conseguir que el tema pudiera resultar interesante para cualquier espectador que hubiese vivido ese momento de efervescencia creativa, independientemente del lugar en que lo hubiese hecho, y parece que lo hemos conseguido a juzgar por los comentarios de algunos lectores de la Península.

Por lo tanto, ¿a qué público diríais vosotros que va dirigido el libro?

A priori te diríamos que el público objetivo de este libro son aquellos aficionados que disfrutaron de aquellas sesiones dobles en su infancia y juventud, pero para nuestra sorpresa te encuentras con que una chica de poco más de veinte años te de la enhorabuena porque en el libro se habla de Eloy de la Iglesia.

El libro cuenta con un enorme material gráfico en lo que se refiere a anuncios de prensa. No obstante, imagino que no habéis publicado todo lo que teníais y mucho se ha quedado fuera…

Imaginas bien. Disponemos de alrededor de cuatro mil anuncios que no han podido ver la luz… de momento. La selección fue casi dolorosa porque todos ellos, por una u otra razón, merecían un lugar en el libro, pero finalmente sólo noventa y nueve de los doscientos escogidos pudieron pasar el corte final. Nos hubiese gustado que todos ellos apareciesen en el libro, pero esto hubiese disparado los costes editoriales y, consecuentemente, el precio final del producto. Así pues, tenemos material de sobra para una posible secuela.

Siguiendo con los anuncios de prensa, en vuestro libro podemos ver algunos con taglines tan geniales como “Los primeros en morir fueron los más afortunados” de Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes, 1977) de Wes Craven, o “Jamás el cine se había atrevido a filmar una historia que va más allá de todo cuanto se ha visto” de Diario íntimo de una ninfómana (Le journal intime d´une nymphomane, 1973) de Jesús Franco. Ahora, a día de hoy, aunque se siguen estrenando películas en los cines y siguen existiendo los periódicos, se ha perdido esta práctica en la que la prensa publique frases que inviten al público a acudir a las salas. ¿A qué creéis que se debe?

Las guías que las distribuidoras proporcionaban a los exhibidores solían incluir varios de esos taglines para que la sala pudiese escoger, pero, de hecho, los exhibidores eran libres de elaborar cualquier frase bajo su propio criterio. El tagline actuaba como elemento de apoyo para un fotograma de la película o para un potente cartel ilustrado y buscaba ante todo impactar en el potencial espectador, prometiendo sensaciones y emociones que podían ser o no ciertas. En la actualidad el espectador que acude a un estreno lo hace conociendo cada detalle de la película que va a presenciar: conoce el argumento y la trama, así como cada detalle de la vida personal y profesional de quienes la interpretan y dirigen. Conocen los efectos especiales y como han sido elaborados a través de cientos de videos difundidos a través de redes sociales, con lo que el factor sorpresa está prácticamente descartado. Y ya no digamos el escándalo: ninguna sala está dispuesta a estrenar un producto que pueda acarrearle consecuencias de tipo legal, especialmente desde que Ángel Sala, director del Festival de Sitges, fue llevado a juicio por programar la exhibición de A Serbian Film de Srdjan Spasojevic.

En vuestras respectivas facetas de espectadores, ¿tenéis algún subgénero o vertiente predilecta?

Joan: En mi caso te diría dos. Me encanta el survival. Me parece fascinante la idea del individuo arrancado de su contexto, enfrentado a horrores inimaginables en su zona de confort y cometiendo todo tipo de atrocidades para intentar sobrevivir. Y en segundo lugar, el rape and revenge, en cierta forma vinculado al anterior y del que actualmente nos están llegando muestras muy interesantes, firmadas principalmente por directoras, como Revenge, de Coralie Fargeat.

Pako: De todos los subgéneros de los que hablamos en el libro, sin duda alguna mi preferido es el fantaterror. Solo imaginar que en un país como este, enfrascado en un momento muy tenso política y socialmente hablando, hubieran auténticos titanes que sacaron adelante una pequeña gran industria relacionada con el cine de terror, luchando contra viento y marea, es algo increíble, y ya solo por eso tienen todo mi respeto y admiración. Nombres como Paul Naschy, Amando de Ossorio o Eugenio Martín son esenciales en mi devenir como cinéfago. Y mi elección como segundo subgénero al que le tengo auténtica devoción se reparte entre el cine quinqui y el erotismo, ambos por motivos obvios.

¿Sois de esas personas que dirían que algunas de vuestras mejores experiencias las habéis vivido en una sala de cine?

Joan: Creo que todos tenemos recuerdos entrañables asociados a las salas de cine, especialmente aquellos que transcurren en nuestra infancia y juventud, pero felizmente también he podido vivir muy buenas experiencias en el mundo real, pese a que el cine si es una parte importante de mi vida.

Pako: El cine me ha dado la oportunidad de vivir muchas de las fantasías e ilusiones que desgraciadamente la vida real no me ha permitido llevar a cabo, pero al final hay que ser consciente de que es solo eso: ilusión. Pero una de esas ilusiones que hace que el día a día sea mucho más llevadero, y que nos permite el no perder ni la esperanza ni el deseo de seguir dándolo todo mientras estemos dando guerra en esta vida. Sin el cine, mi vida no hubiera sido igual.

Y ahora en la actualidad, ¿seguís yendo con asiduidad al cine o consumís más a través de plataformas y formato físico?

Joan: Lo cierto es que no voy tanto como debería, aunque voy a utilizar como pretexto el hecho de que a Palma no llegan buena parte de los títulos que si se estrenan en otras ciudades, siempre y cuando no estemos hablando de (sub)productos Marvel o secuelas de Star Wars. No soy muy de plataformas, y menos aún de las películas producidas por las propias plataformas, que me parecen directamente vomitivas. La excepción podría ser Filmin, donde Mario Bava o Sam Peckinpah son tratados con el mismo respeto que Michael Haneke o Akira Kurosawa. En cuanto al formato físico, a tope con él siempre que estemos hablando de ediciones de importación como Arrow o Vinegard Syndrome. Lo que se edita en España es un insulto al espectador y la relación calidad-precio es un atraco a mano armada.

Pako: En mi caso, siempre que el tiempo (y la calidad de la cartelera) me lo permite, intento ir una vez a la semana al cine. Cada vez me da más por saco aguantar a cenutrios que están más pendientes de sus teléfonos móviles y de sus raciones de malolientes nachos que de lo que sucede en la película que se está proyectando, pero aun así soy de los que aún piensa que como en una sala de exhibición no hay nada comparable para ver una película. También consumo cine en casa, tanto en formato físico o a través de plataforma, ya que le doy a todo. Es lo que tiene ser un agonías de séptimo arte.

Joan y Pako firmando ejemplares de «Palma Grindhouse»

Volviendo a Palma Grindouse, también debemos destacar el hecho de que para su confección habéis entrevistado a trabajadores de la época que con sus declaraciones han engrandado diferentes pasajes del libro. Me refiero a Julian Riutort (proyeccionista), Josep Truyols (empresario, co-fundador de los Multicines Chaplin) y Biel Thomas (propietario del cine Recreatiu y la tienda Popster). ¿Qué podéis decirme de ellos?

Una de las mayores satisfacciones que nos ha proporcionado la escritura del libro ha sido poder entrevistarnos con estas personas que mencionas. Escuchar las anécdotas de sus trabajos, como era el día a día en una sala de cine, o su relación con los espectadores ha sido algo maravilloso. Julian Riutort nos emocionó contándonos como siendo apenas un niño aprendió el oficio que desarrolló a lo largo de toda su vida profesional, pese a las jornadas maratonianas y a unas condiciones laborales en ocasiones bastante duras. En cuanto a Josep Truyols, co-fundador de los Multicines Chaplin junto a su socio Joan Olives, es claramente un empresario adelantado a su tiempo, capaz de detectar el potencial de las multisalas hace más de cuarenta y cinco años y de importar desde Francia no sólo un formato por el que nadie apostaba en Mallorca, sino un tipo de películas alejadas de la comercialidad. Y gracias a Biel Thomas pudimos conocer de primera mano cómo funcionaba la exhibición cinematográfica en los pueblos.

Contáis también con dos prólogos, uno de Diego López-Fernández, director de documentales como [REC]: terror sin pausa (2022), programador de la sección Brigadoon del festival de SITGES y responsable del fanzine El buque maldito, y otro de Lone Fleming, actriz que intervinó en clásicos como La noche del terror ciego (1972) o Una vela para el diablo (1973), o, más recientemente, en Viejos (2022) y Os reviento (2023)…

Contar con Lone y con Diego ha sido un auténtico lujo, un sueño hecho realidad. Lone ha sido capaz de reinventarse como actriz y está viviendo una segunda juventud, mientras que la labor de Diego al frente de la sección Brigadoon del festival de Sitges la ha elevado a otro nivel. Nos hizo inmensamente felices que dedicasen un rato a apadrinar este proyecto porque se tratan de personas que están estrechamente vinculadas con el tipo de cine que reivindicamos desde Palma Grindhouse. Teníamos claro que no estábamos interesados en contar simplemente con famosos para que nos escribieran los prólogos, sino con personas que amen el cine, y más concretamente este «tipo» de cine.

En un capítulo de vuestro libro, al referiros al cine Palacio Avenida, puede leerse la siguiente frase: “En enero del año 2000 la sala echó el cierre, y en 2006 se iniciaron las obras para la construcción de un hotel en el edificio, mientras que el local que ocupaba el cine se transformó en una tienda de ropa”. ¿Qué reflexión podríais hacer aquí, en este blog, sobre esa, digamos, anécdota?

Esta triste anécdota representa bastante bien lo que ha sido el destino de la inmensa mayoría de las salas de cine de este país y más en una ciudad que padece un proceso de gentrificación brutal como es Palma: hoteles de lujo y comercios con precios inasumibles para desplazar a una población autóctona cada vez más empobrecida. Un auténtico drama que va mucho más allá de la simple desaparición del modelo de exhibición cinematográfica. Y en lo que al cine se refiere, este ha sido desplazado fuera de la ciudad, a multisalas y centros comerciales a los que desplazarse en vehículos privados, algo curioso y poco compatible con cualquier concepto de sostenibilidad ecológica.

Aunque como hemos comentado habéis repasado multitud de géneros y vertientes cinematográficas, bien es cierto que podrían haberse incluido otras muchas como el wéstern o las explotaciones de Conan, el bárbaro (Conan, the Barbarian, 1982), por citar únicamente dos. Imagino que se debe principalmente a una razón de espacio. ¿Habéis pensado en la posibilidad de una segunda parte de Palma Grindhouse?

Cuando empiezas a escribir no piensas en el número de páginas, pero cuando ves que te vas acercando a las cuatrocientas empiezas a levantar el pie del acelerador. Intentamos optar por aquellos géneros que consideramos más trascendentes, y lo cierto es que pensamos que en caso de incluir muchos más, corríamos el riesgo de apartarnos del tema principal. Así pues, algunos se han quedado en el tintero como las explotaciones de Conan, a las que ya sabes que somos especialmente aficionados, aunque es cierto que el mundo de la explotación da para escribir un libro… o varios. Así pues, la secuela es una posibilidad real: no olvidemos que las secuelas son una parte muy importante del cine que hemos tratado en el libro, pero también tenemos claro que no queremos repetir lo que ya hemos hecho, como si de una mala secuela cinematográfica se tratase, así que lo vamos a meditar durante unos meses y ver que sale de ahí.

¿Estáis metidos en otros proyectos en estos momentos?

Por ahora vamos a centrarnos en la promoción y presentaciones del libro. Además de otra presentación en Palma, tenemos pensado hacer otras en Mallorca, como, por ejemplo, en Manacor, para la que ya tenemos casi fechas cerradas, y Llucmajor. Y Diego López nos ha confirmado presentación en el Festival de Sitges el próximo mes de octubre, con lo que, si no hay novedad, ahí nos veremos.

Muchas gracias Pako y Joan. Si queréis añadir algo más…

Joan: Por mi parte sólo agradeceros a La Abadía y a ti el interés hacia nuestro libro, así como el apoyo que nos habéis ido mostrando a lo largo de estos años. ¡Larga vida al Grinhouse!

Pako: Yo quería agradecer primero a Javi su apoyo y su amistad, también a los compadres de Berzano el darnos con esta entrevista un buen empujón para dar algo más de visibilidad al libro y al proyecto, y, por último, a todos los que a lo largo de algo más de una década han creído ciegamente en que algún día, en un futuro no muy lejano, Palma Grindhouse sería un libro que nos daría muchas alegrías. A vosotros solo puedo deciros que ese “futuro» ya está aquí. ¡Grindhouse Rules!

Javier Pueyo

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