Blood Feast

 

Sinopsis: Una serie de crímenes está aterrorizando Miami. Las víctimas son jóvenes y hermosas muchachas, que aparecen siempre con alguna parte del cuerpo amputada. La policía está desconcertada, sin saber que el causante es Fuad Ramses, propietario de una tienda de comida exótica.

 


Título original: Blood Feast
Año: 1963 (Estados Unidos)
Director: Herschell Gordon Lewis
Productores: David F. Friedman, Stanford S. Kohlberg [sin acreditar], Herschell Gordon Lewis [sin acreditar]
Guionista: Louise Downe, según argumento, sin acreditar, de David F. Friedman, Herschell Gordon Lewis
Fotografía: Herschell Gordon Lewis
Música: Herschell Gordon Lewis
Intérpretes: William Kerwin [acreditado como Thomas Wood] (detective Pete Thornton), Mal Arnold (Fuad Ramses), Connie Mason (Suzette Fremont), Lyn Bolton (Mrs. Dorothy Fremont), Scott H. Hall (Frank, capitán de policía), Christy Foushee [acreditada como Toni Calvert] (Trudy Sanders), Ashlyn Martin (Marcy, la chica en la playa), Astrid Olson (víctima del motel), Sandra Sinclair (Pat Tracey), Gene Courtier (Tony, el chico de la playa), Louise Kamp (Janet Blake / víctima del sacrificio), Hal Rich (médico del hospital), Al Golden (Dr. Flanders), Toni Newsholme (Mrs. Franklin, madre de Marcy), Louise Downe (mujer en la conferencia), Jerome Eden (sumo sacerdote), David F. Friedman (marido borracho), Herschell Gordon Lewis (locutor de radio [voz]), Craig Maudslay Jr. (conductor del camión de la basura)…

Blood Feast (1963) está considerada la primera película gore de la historia, si bien con anterioridad ya hubo cintas que, en un momento dado, mostraban alguna imagen algo explícita, como podrían ser las cabezas amputadas que se ven en la magnífica El malvado Zaroff (The Most Dangerous Game, Irving Pichel, Ernest B. Schoedsack, 1932). Pero, desde luego, la presente fue la primera que tuvo los elementos gore como pieza clave de su discurso. El responsable de la misma fue Herschell Gordon Lewis, un hombre bastante peculiar. Lewis había trabajado en la enseñanza, en la radio y en una agencia de publicidad, al tiempo que comenzó a rodar spots publicitarios para televisión para una pequeña productora llamada Alexander and Associates. Más tarde, compró la mitad de la empresa con su socio comercial Martin Schmidhofer y la renombró Lewis and Martin Films. En 1959 dirigió un cortometraje promocional titulado Carving Magic, patrocinado por Swift & Company, y aquel mismo año debutó en el campo del largo como productor con The Prime Time, en cuyo guion también participó. Su ópera prima como director fue Living Venus (1961), la cual supuso su primera asociación con el productor David F. Friedman, con quien rodó una serie de nudies, un género muy popular en la época consistente en mostrar desnudos sin componentes sexuales.

Friedman y Lewis habían visto Psicosis (Psycho, Alfred Hitchcock, 1960), y creían que el film se quedaba corto en lo que a visualizar los crímenes se refiere. Así pues concibieron Blood Feast para hacerla explícita en ese sentido. Además, la rodarían en color, para que la sangre luciese más esplendorosa. El guion del film fue escrito por Louise Downe, a partir de un argumento concebido por los propios Friedman y Lewis. Downe había sido actriz de diversas películas nudie, y debutó como guionista con la presente; también efectuó los efectos especiales de maquillaje de la película, por lo cual concibió el libreto a partir de lo que podía luego representar en escena. Para la sangre se estableció contacto con un laboratorio llamado Coral Gables, y el resultado es más o menos convincente según las escenas. Para los miembros amputados se utilizaron partes de maniquíes, a las que adherían trozos de carne animal. La lengua amputada era de oveja, y la tuvieron que importar de Tampa Bay, mientras que el resto de vísceras fueron conseguidas en las cercanías.

La trama es bastante mediocre, y se centra en alternar escenas de crímenes, de la policía divagando despistada y de la preparación de la fiesta que una madre decide hacer para su hija, para lo cual cuenta con el responsable de los crímenes. La chica homenajeada ―interpretada por Connie Mason, playmate de junio de 1963 para Playboy―, además, es novia del policía que investiga los asesinatos[1]. Lo más divertido del film son las conversaciones entre el protagonista, el detective Pete Thornton ―al que da vida el actor William Kerwin,  encubierto tras el seudónimo de Thomas Wood, quizás avergonzado por su intervención en el film―, con su superior, el capitán de policía, donde divagan sin que se perciba la menor labor investigativa por parte de ellos. Al final del film, Thornton logra juntar las piezas con no poco esfuerzo.

Herschell Gordon Lewis, aparte de ser el realizador, es coproductor en la sombra, coautor de la idea original como se ha dicho[2], autor de la música y se encarga de la fotografía. El film se beneficia de un bonito color pastel, típico de la época, pero hay bastantes planos desenfocados, y con los actores desencuadrados, viéndose la corrección de encuadre sobre la marcha. Sin duda debió rodarse a la primera toma y se dejó todo tal como fuera, una técnica, por otro lado, bastante habitual en el cine barato de la época. Sin ir más lejos, Roger Corman hacía lo mismo. Solamente el actor William Kerwin muestra algo de profesionalidad, dentro de lo que cabe, aportando el resto de los intérpretes una labor que roza el amateurismo. Pésimo es el actor que encarna al asesino, Mal Arnold, proveniente de los nudies, y que se muestra caracterizado para parecer más viejo, con las cejas pintadas absurdamente y con el pelo salpicado con polvos blancos.

Los crímenes son perpetrados con el fin de realizar una ceremonia de resurrección de la diosa Ishtar, a la que se conecta con el mundo egipcio, cuando es de origen babilónico. El asesino se lleva distintas piezas de las víctimas y prepara guisos con ellas. Después, pretende sacrificar a la muchacha elegida con el fin de que la diosa maligna se reencarne en ella. Todo carece de sentido, aunque cierto es que la película no aburre, divierte en ocasiones, y tiene un final irónico, con el criminal intentando escapar en un camión de la basura, colocado entre los desperdicios. La película, desde luego, es mediocre, pero no irrita, y solo por su importancia histórica merece una cierta atención, por nimia que sea.

Carlos Díaz Maroto


[1] Los actores que les interpretan se enamoraron durante el rodaje y se casaron en 1964, permaneciendo unidos hasta la muerte de él, en 1989.

[2] Lewis escribió una novelización de Blood Feast simultánea a la realización de la película. La novela presenta diferencias significativas en los personajes principales de Fuad Ramses, Thornton y Suzette Fremont, y está ambientada en Chicago en lugar de Miami. Fue reimpresa por FantaCo Enterprises en la década de 1980.

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