Condemned to Live

Como viene ya siendo habitual, desde La abadía de Berzano volvemos a hacernos eco de otro de los lanzamientos del sello Hantik Films, de nuevo encuadrado dentro de la colección “Scare-ific… collection”. Esta vez nos ocuparemos de Condemned to Live, curioso film de mediados de la década de los 30 que, aunque temática y estructuralmente comparte elementos con las películas de terror que la Universal manufacturaba por aquella misma época, su condición de modestísima Serie B impide que explote en todo su potencial estos componentes comunes con la mítica productora fundada por Carl Laemmle, como seguidamente analizaremos.

LA PELICULA 

Condemned to Live es el único film adscrito al género de la pequeña compañía Invincible Pictures, productora fundada en 1932 y especializada mayormente en films de misterio y dramas criminales con ribetes románticos. Teniendo este dato presente no es pues de extrañar el parcial desaprovechamiento que a través de su exiguo metraje, apenas sesenta y cinco minutos, sus autores realizan de una atractiva premisa.

Nada menos que una relectura stevensoniana del mito vampírico – básicamente la película trata de un bondadoso profesor que desconoce su verdadera naturaleza maligna, heredada debido a que un murciélago mordió a su madre momentos antes de que diera a luz (¿!¡?)-, donde cualquier connotación y/o complejidad psicológica que pudiera derivar de tal idea es rápidamente anulada por un inapropiado acento en los elementos más cotidianos y melodramáticos que puedan derivarse de tal historia – así, la peor consecuencia que parece derivar de las muertes que se van produciendo es el aplazamiento de la celebración de la boda entre el protagonista y su prometida-, dejando incomprensiblemente de lado elementos tan importantes como la creación de atmósferas o el establecimiento de un tono terrorífico en pos de un acercamiento más próximo a los terrenos de la intriga, que deviene así en la progresiva revelación al resto de personajes del oscuro secreto del buen profesor.

De esta manera, cuestiones presupuestarias incluidas, es difícil que nos dejemos sorprender por demasiadas estridencias narrativas o visuales, y los pocos aciertos estéticos que podemos rastrear, caso de la estampa del jorobado tocando la campana o la muchedumbre portando antorchas en la oscuridad, parecen responder más a la casualidad o al fácil recurso a determinadas convenciones temáticas y narrativas, que a una verdadera intencionalidad estética o visual.

Y así va transcurriendo la película, alternándose entre conversaciones de alcoba y la ejecución de los asesinatos – mostrados siempre fuera de plano o en la más absoluta oscuridad, eso sí-, aunque a pesar de su parquedad en la puesta en escena, a lo que hay que añadir su insuficiente desarrollo de la trama, el realizador Frank R. Strayer- responsable un par de años antes de Sombras trágicas, ¿vampiros? (The Vampire Bat, 1933), con Melvyn Douglas y Fay Wray, película con una premisa bastante similar a la presente- consigue al menos mantener nuestro interés hasta el final, por mucho que éste sea finalmente un producto que acabe cayendo simpático a cualquier fan del género más por sus carencias que por sus virtudes.

LA EDICIÓN 

Como viene siendo norma en estas presentaciones de films semidesconocidos y libres de derechos a los que nos tiene acostumbrados Hantik Films, desgraciadamente la presente edición deja bastante que desear a nivel visual: de imagen típicamente borrosa propia de un VHS, ligeramente entrelazada y donde lo que debería ser blanco y negro se confunde con un gris indeterminado. A pesar de todo, al no existir globalmente mejor copia (y al poder seguirse la película sin mayores problemas) estoy convencido de que los aficionados más complacientes la encontrarán sin duda aceptable.

Como viene siendo norma dentro de la colección, esta edición se completa en el apartado de extras con un libreto de ocho páginas escrito en cinco idiomas,  reservándose la parte española para nuestro abad José Luis Salvador Estébenez: además, se incluyen los dos episodios acostumbrados del serial Undersea Kingdom (el 9, Muerte en el cielo, y el 10, Atlantis destruida), más que idóneos para organizarse una completa noche de cine en casa, ya que en esta ocasión pertenecen a la misma época en que se rodó la película principal.

 José Manuel Romero Moreno

FICHA TÉCNICA

Título original: Condemned to Live

Año: 1935 (Estados Unidos)

Director: Frank R. Strayer

Productores: Maury M. Cohen, Arthur Alexander, Max Alexander

Guionista: Karen DeWolf

Fotografía: M.A Anderson

Interprétes: Ralph Morgan (Prof. Paul Kristan), Pedro de Cordoba (Dr. Anders Bizet), Maxine Doyle (Marguerite Mane), Russell Gleason (David), Mischa Auer (Zan, el jorobado), Lucy Beaumont (Molly), Carl Stockdale (John Mane), Barbara Bedford (Martha Kristan), Robert Frazer (Dr. Duprez), Ferdinand Schumann-Heink (Franz Kristan), Heidi Shope (Anna, la criada), Marilyn Knowlden (Maria, la chica pequeña), Ted Billings, Frank Brownlee, Horace B. Carpenter, Edward Cecil (John, el Servant), Dick Curtis, Harold Goodwin, Jean Handel, Paul Weigel, Slim Whitaker…

Sinopsis: Tras una serie de asesinatos atribuidos a un vampiro gigante, el profesor de una pequeña villa descubre que su madre fue atacada en la jungla africana por un murciélago la noche en la que nació: a partir de ese momento, empieza a sospechar que él podría ser el responsable de las horribles muertes.

* Todas las imágenes de la película que acompañan al presente artículo corresponden a capturas de la edición reseñada.